10 de mayo de 2016
¿El turismo es la solución?
La mirada particular que he querido desarrollar y articular con el trabajo de grado que estoy realizando[1], tiene un enfoque de sostenibilidad y género, a través del estudio de caso en un destino turístico colombiano que haya sufrido el flagelo del conflicto armado. La pregunta de investigación que quiero responder es ¿cuáles son los desafíos y las oportunidades de la sostenibilidad desde una perspectiva de género en los territorios turísticos en el posconflicto?
Quiero dedicar este, mi primer post, a una aproximación somera de la investigación que vengo adelantando en el marco de la línea Turismo y Posconflicto, propuesta por el grupo de investigación Turismo y Sociedad de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de esta Universidad.
Como bien lo comentó el profesor Jorge Bonilla en su primer aporte, cada uno de los investigadores está centrando su estudio del posconflicto en los territorios turísticos colombianos, con ojos diferentes. El único objetivo del grupo es contribuir al debate sobre este importante hito en la historia de Colombia que, definitivamente, consideramos va a cambiar para bien el futuro de este rico y maravilloso país en el que vivimos.
La mirada particular que he querido desarrollar y articular con el trabajo de grado que estoy realizando[1], tiene un enfoque de sostenibilidad y género, a través del estudio de caso en un destino turístico colombiano que haya sufrido el flagelo del conflicto armado. La pregunta de investigación que quiero responder es ¿cuáles son los desafíos y las oportunidades de la sostenibilidad desde una perspectiva de género en los territorios turísticos en el posconflicto? Comencemos por el principio:
l. Estado del arte en términos de sostenibilidad en el sector turístico.
Arboit y de Rosa (2014) realizan un barrido histórico rápido sobre los diferentes alcances y contenidos del término sostenibilidad a lo largo de la historia de la humanidad, y han identificado “alertas tempranas” del concepto inmediatamente después de la Revolución Francesa, en plena Revolución Industrial, cuando algunos pensadores manifestaron su preocupación por el crecimiento poblacional y los recursos utilizables para sobrevivir.
Quintero (2004) admite que el turismo economicista y cortoplacista ha generado consecuencias negativas en los destinos, con daños al ambiente y a las poblaciones. Al respecto, Grünig (2014) plantea la sostenibilidad actual como un cambio de modelo, a través del cual se constata una evolución del paradigma economicista de la escasez, la acumulación, la competencia y la productividad, en el cual la actividad económica, la protección ambiental y el bienestar social actúan como fuerzas antagónicas, para dar lugar al paradigma de la sostenibilidad, donde economía, ambiente y sociedad son aspectos constitutivos de la vida humana que, en una visión holística, se refuerzan y benefician mutuamente.
Entonces, el nuevo paradigma postula la preservación de la diversidad en su sentido más amplio -la socio-diversidad y biodiversidad-, es decir, el mantenimiento del sistema de valores, prácticas y símbolos de identidad que permiten la reproducción del tejido social y, por ende, garantizan la integración nacional a través de los tiempos (Guimarães, 1998, en Gliemmo, 2014). Así, para la Organización Mundial del Turismo [OMT] y otros autores [Grünig, Quintero, Rainforest Alliance, Velasco, entre otros] el concepto de sostenibilidad aglutina diversas pretensiones y enfoques, e identifica 3 dimensiones tradicionales que definen la sostenibilidad: económica, ambiental y socio- cultural.
Dado que los destinos turísticos están expuestos a una constante presión debido al desarrollo del turismo, también deben enfrentar constantes retos, no solo para proteger y conservar el ambiente, sino para asegurar una viabilidad financiera a largo plazo y una justicia social y ética con las comunidades locales (Oktay, 2012). Maldonado (2006) indica que toda clase de turismo tiene dos facetas: el lado positivo, donde la derrama económica, la creación de empleos, el impulso a otras industrias y el sano esparcimiento de los viajeros son las características principales; y, el lado negativo, aquel que puede llevar al deterioro, ya sea por acción directa de los visitantes o por los mismos habitantes del destino turístico, pero ambos como producto de dicha actividad. Por lo tanto “el turismo no es solo bueno o solo malo, puede tener ambas implicaciones de acuerdo a cómo se planee, desarrolle y maneje. Y la buena manera de hacerlo se llama “turismo sostenible” (Rainforest Alliance, s.f.).
En mi próxima entrada, abordaré los diferentes enfoques de género que se pueden establecer en términos de turismo, de la perspectiva más plana a la más crítica.
Referencias
Arboit, Mariela Edith, & de Rosa, Carlos. (2014). Alcanzar la sostenibilidad ambiental, global y local del hábitat humano: el imperativo fundamental en el siglo XXI: Primera parte. Cuaderno urbano, 16(16), pp. 157-184. Recuperado de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1853-36552014000100008&lng=es&tlng=es.
Asociación Ciudades y Gobiernos Locales Unidos. (2010). La cultura es el cuarto pilar del desarrollo sostenible. Disponible en: http://www.uclg.org/sites/default/files/9890675313_(ES)_cultura_cuarto_pilar_desarrollo_sostenible_spa.pdf
Carta del Turismo Sostenible de Lanzarote, 1995, Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, Lanzarote, España, 27-28 de abril de 1995
Gutiérrez- Fernández, F., Cloquell Ballester, V. A. & Cloquell Ballester, V. (2012). Propuesta de indicadores de sostenibilidad para áreas naturales con uso turístico, validado mediante consulta a terceros. Anuario Turismo y Sociedad. XIII, 55- 83. Universidad Externado de Colombia: Bogotá.
Gliemmo, F. Reflexiones sobre la práctica turística: abordaje territorial para definir lugares sustentables. Iniciativas en Minas, Lavalleja (Uruguay). Anuario Turismo y Sociedad, XV, pp. 115- 135. Universidad Externado de Colombia: Bogotá.
Grunig Iribarren, Silvia. Marco conceptual: els tres eixos de la sostenibilitat. A CANYELLES I PASTÓ et al. Sostenibilidad i turisme, materiales docentes de l’assignatura Sostenibilitat i turisme, Màster universitario en Turismo sostenible i TIC, UOC. Barcelona: FUOC, 2014. ISBN B-19.322-2014.
Quintero Lázaro, J. L. (2004). Los impactos económicos, culturales y medioambientales del turismo y sus vínculos con el turismo sostenible. Anales del Museo de América, 12, pp. 263- 274. Disponible en: http://www.turismoycooperacion.org/OBSERTUR/A/02.pdf
Maldonado, C. (2006). Turismo y comunidades indígenas: Impactos, pautas para autoevaluación y códigos de conducta. Ginebra, Suiza: Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
Oktay, B. (2012). A Model for Assessing the Level of Tourism Impacts and Sustainability of Coastal Cities. En Kasimoglu, M. & Aydin, H. Strategies for Tourism Industry – Micro and Macro Perspectives. Intek.
Organización Mundial del Turismo [OMT]. (1999). Agenda para Planificadores Locales:
TURISMO SOSTENIBLE Y GESTIÓN MUNICIPAL. OMT: Madrid. ISBN: 92-844-0313-8
Organización Mundial del Comercio (OMC). (2003). ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO Declaración distribuida por el Sr. Francesco Frangialli Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Disponible en: https://www.wto.org/spanish/thewto_s/minist_s/min03_s/statements_s/st146.pdf
Rainforest Alliance (s.f.). Buenas prácticas para turismo sostenible. Disponible en: http://www.rainforest-alliance.org/tourism/documents/tourism_practices_guide_spanish.pdf
[1] de la segunda maestría en Turismo Sostenible y TIC que estoy realizando en la Universitat Oberta de Catalunya [UOC] de España
Foto: Piedra el Peñol, entre los municipios de El Peñol y Guatapé, Antioquia.