2 de noviembre de 2012
¿Para qué más estados?
Parece que se ha abierto la veda en Europa para que “todo el mundo” se ponga a pedir la independencia, y en realidad uno se pregunta, ¿para qué la quieren? Tanto la petición de los escoceses en Gran Bretaña, como la de los catalanes en España y ahora también los vascos aprovechando el tirón de los anteriores y las elecciones autonómicas, vienen en momentos en que la población está pensando en otras cosas, cómo sobrevivir a esta crisis, por ejemplo
Parece que se ha abierto la veda en Europa para que “todo el mundo” se ponga a pedir la independencia, y en realidad uno se pregunta, ¿para qué la quieren?
Tanto la petición de los escoceses en Gran Bretaña, como la de los catalanes en España y ahora también los vascos aprovechando el tirón de los anteriores y las elecciones autonómicas, vienen en momentos en que la población está pensando en otras cosas, cómo sobrevivir a esta crisis, por ejemplo, y los gobernantes aprovechan esta coyuntura para hacer creer que el descontento de los ciudadanos es porque no son independientes en vez de hacerse responsables de la situación de crisis e intentar solventarla entre todos.
En Europa, desde hace ya mucho tiempo, nos hemos dado cuenta que los problemas se resuelven mejor juntos que por separado y de que si queremos tener una posición relevante en el mundo solo lo conseguiremos a través de la UE. Y, a pesar de esto, tanto los escoceses, como los catalanes y ahora seguro que los vascos, van a insistir en convertirse en estados independientes, pero ¿qué significa esa independencia hoy por hoy en la UE (si se logra ser miembro de ella)?
Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, Chipre… son estados independientes que, en la actualidad, dependen de qué decisiones se tomen en Europa para que puedan salir adelante. Los tres primeros ya pidieron los famosos rescates y están sujetos a las medidas que les imponen si quieren seguir recibiendo la ayuda prometida.
España no sabe si está negociando las condiciones del rescate o acelerando la unión bancaria y fiscal en Europa. En cualquier caso lo que ocurrirá es una perdida de soberanía en favor de la UE. Sí optan por el rescate, la UE va a imponer condiciones sobre en qué se debe gastar, o mejor, en qué debe ahorrar el gobierno español. Por el contrario, si se lleva a cabo la segunda opción, las expectativas de independencia en términos de toma de decisiones aun son peores, puesto que será el Banco Central Europeo el único que podrá decidir a qué banco se salva o no y los presupuestos de cada uno de los estados se decidirán en Bruselas y no en el entorno nacional.
Si nos vamos al otro extremo, pasa exactamente lo mismo. Alemania y Francia, los dos estados motores de la UE, tampoco tienen la independencia necesaria para actuar sin tener en cuenta a sus socios con los que comparten mucho más de lo que les separa como estados soberanos e independientes.
Alemania no puede pensar solo en ella y Francia tampoco, han de pensar en los griegos, en los portugueses, en los españoles, y en todos los demás estados “independientes” para tomar decisiones. Como hemos visto en estos días, en Grecia ya no se manifiestan contra sus gobernantes sino contra la canciller alemana ¿Grecia estaría en una mejor situación si fuera más independiente? La verdad no creo. Al menos tiene quien le puede rescatar. Sin sus socios que le “quitan” independencia, los griegos se estarían enfrentando directamente al Fondo Monetario Internacional, institución que de seguro no tiene la solidaridad como principio rector de su actuación.
Por tanto, ante esta situación, veo incomprensible que haya territorios que reclamen independencia. Cataluña quiere que España la rescate, pero quiere ser independiente; los vascos solo han logrado el fin del terrorismo gracias a las fuerzas nacionales de policía, pero quieren la independencia; las pensiones de los dos, de los catalanes y de los vascos, las paga el estado central, es decir, con los impuestos de todos los españoles, pero ellos quieren la independencia. Si la interdependencia es un hecho a nivel global, en Europa es una realidad que ha logrado la paz y la unión entre todos y la conciencia de que el nivel estatal no es capaz de superar los problemas que acechan en cualquier ámbito. Entonces hay que preguntarse ¿para qué más estados si no son capaces de solucionar los problemas, de manera “independiente”, que enfrentan todos los días sus ciudadanos?