16 de noviembre de 2012

¿Qué es ser una persona educada?

Quizá la pregunta nos lleve a pensar en nosotros mismos o probablemente en los demás. Quizá salgan a la luz el modelo mental que hemos o nos han creado, o los deseos de que nuestros hijos y relacionados lleguen a ser. Probablemente nos afloren los sueños y esperanzas de lo que buscamos ser y no lo hemos logrado. Con reverencia y agrado nos devolvemos a nuestros padres y abuelos que a cada rato nos recordaban ciertas cosas o corregían para que fuéramos educados.

Quizá la pregunta nos lleve a pensar en nosotros mismos o probablemente en los demás. Quizá salgan a la luz el modelo mental que hemos o nos han creado, o los deseos de que nuestros hijos y relacionados lleguen a ser. Probablemente nos afloren los sueños y esperanzas de lo que buscamos ser y no lo hemos logrado. Con reverencia y agrado nos devolvemos a nuestros padres y abuelos que a cada rato nos recordaban ciertas cosas o corregían para que fuéramos educados. Evocaremos a nuestros maestros que invirtieron su tiempo, dedicación y su esfuerzo para mejorar nuestras actitudes, manifestaciones y conocimientos. Pensaremos en nuestros amigos que sobresalían en el curso o en aquellos a quienes les reconocíamos habilidades, destrezas o conocimientos especiales y en quienes contribuyeron a nuestro desarrollo.

No es fácil dejar de pensar en los momentos que vivíamos cuando éramos niños, adolescentes y adultos, en los lugares y espacios diferentes, gratos y algunas veces exigentes y molestos. Pero también vienen a nuestra mente, aquellas personas que tenían dificultades para alimentarse, jugar, estudiar, correr, o hablar con sus padres, hermanos y familiares; a quienes les tocaba estar dentro de sus casa, ya fuera por su condición de género, economía, política o status social. Puede ser que sin querer salgan a la luz nuestros paradigmas y posiciones filosóficas, económicas, sociales y profesionales.

Luego volvamos a la pregunta que nos ha sido planteada: ¿Qué es una persona educada? Difícil respuesta cuando traemos a nuestra mente la concepción de que cada persona es un mundo, cuando reconocemos la diversidad, las diferencias culturales y las condiciones en que se ha vivido. De todas formas teniendo en cuenta lo escrito, se pueden reconocer aspectos generales y con ello plantear algunas ideas que nos pueden ser útiles para la discusión de lo preguntado.

¿Qué es la educación y cuáles son sus retos? Conjunto de actividades y procedimientos, que de manera intencional, sistemática y metódica, el individuo adquiere para favorecer el desarrollo de las cualidades morales, intelectuales o físicas, que toda persona posee en estado potencial.

Es el instrumento más poderoso que ha desarrollado la humanidad para la construcción social, para el desarrollo del individuo, para la elaboración de políticas viables, la consolidación de sociedades gobernables, la solución de problemas materiales y el desarrollo material social.

Si aceptamos lo escrito, podemos intentar acercarnos a una probable respuesta, claro está, sometida a la libre interpretación y comentarios sobre la misma. Como se puede interpretar arriba la persona vive en un ambiente cultural y por lo tanto limitada o favorecida por la educabilidad (posibilidad de ser educada) y la enseñabilidad (lo enseñable).

Los dos conceptos anteriores responden a las necesidades básicas de aprendizaje (conocimientos útiles, raciocinio, destrezas, valores y herramientas de aprendizaje). Los tendremos en cuenta para continuar el viaje a dar respuesta a la incógnita planteada. La construcción social nos invita a pensar en la convivencia, la solidaridad, la formación para la paz, la responsabilidad democrática, la pluralidad, la valoración de la diversidad entre otras. Lo personal, lo social y la educación son conceptos interdependientes y conexos.

Sin hacer una clasificación o tipología, desde el punto de vista personal, se espera que una persona que tiene y tuvo la posibilidad de ejercer el derecho a la educación y además lo hizo con responsabilidad, es educada cuando conoce cómo funciona su cuerpo y adopta la política del cuidado del mismo, así como valora y respeta la vida de los demás y la variedad de formas de vida; cuando su comportamiento está en concordancia con la diversidad, enfrenta con compromiso el llamado ciclo vital y es sensible a lo sagrado de la vida. Cuando conoce, reconoce la historia, la literatura las ciencias y las artes.

Se es educado cuando se comunica a través de diferentes formas y medios, comprende la utilidad de la lengua, posee la capacidad de escuchar, leer y escribir, lo realiza con ética y diferencia la comunicación auténtica de la engañosa. Explora el sentido del tiempo y del espacio a través de la historia y sus complementos; comprende su sentido en la vida como ser social; valora y desarrolla el aprendizaje intergeneracional. Somos educados cuando comprendemos e interpretemos las instituciones, y hacemos uso de las mismas para el desarrollo y el ejercicio de los derechos y responsabilidades, valoramos la vida en grupo y las otras culturas. El mundo del trabajo es una inevitabilidad, por lo cual el valorarlo, comprenderlo y asumirlo en forma racional, distinguiéndolo de producción y consumo es una consecuencia de nuestra educación.

El entender que estamos conectados con lo que nos rodea, lo que vemos y no, lo conocido y lo desconocido es otra faceta de la educación de la persona humana, es el asimilar que estamos interconectados, somos interdependientes entre sí y con el mundo natural, y por lo cual es de nuestra responsabilidad el uso y la conversión de los recursos existentes. Esto nos lleva a ser respetuosos con los medios que nos da la tierra, los cuales compartimos con todos.

Un aspecto importante en la persona educada es el manejo del lenguaje artístico (la danza, la música, la pintura, la escultura, como lenguajes universales), el cual es de propiedad del mundo y así lo compartimos. Es de recordar que los niños entienden primero el lenguaje del arte antes que comenzar a hablar, y que todas las personas tenemos la habilidad innata y las capacidades naturales para ser artísticamente expresivos.

El mundo de las matemáticas y de las ciencias es otro elemento a desarrollar en la persona humana y acorde con sus capacidades, limitaciones e intereses, que nos fortalece y da comprensión para interpretar el mundo, sus acciones. Ello nos hace más humanos, sencillos y comprometidos con el otro. Una persona realmente educada encuentra cada vez más en ello aspectos éticos y morales para el conocimiento. Uno de los peligros de la vida no es la ignorancia sino el conocimiento que conduce a acciones inhumanas.

El conocimiento (saber, conocer y hacer) significa aprender sobre la historia, sobre nuestra civilidad, la nutrición, la literatura y las ciencias; entender las etiquetas establecidas, y en general comprender las áreas del conocimiento que pensamos tienen consecuencias en nuestra cultura. Ganar un respeto por el milagro de la vida es otro fundamento de la educación, así como el uso de símbolos, entender los grupos y a las instituciones; tener reverencia por el mundo natural; la afirmación de la dignidad del trabajo; responder a la estética; y sobre todo responder siguiendo guías éticas y relacionando lo aprendido con las realidades de la vida.

Éstas son las capacidades centro, basadas en las concordancias humanas que integrarían las disciplinas hacia extremos más grandes y resaltados para entender cómo usted aprende y relaciona su y nuestras experiencias al compartir la vida juntos.

Bueno, lo anterior teniendo en cuenta lo personal, lo que algunos llaman capital humano, pero ¿qué sucede con la educación para vivir en sociedad? Es una persona educada la que tiene la formación descrita anteriormente o quizá esta sea un egoísta y quizá presumido?

Somos elementos sociales, que nos debemos a una cultura, un espacio y un tiempo. Que debemos ser educados en la capacidad de vivir juntos, para enfrentar los cambios, participar en la vida política y ciudadana, defender y favorecer los derechos humanos, conocer y fortalecer las identidades sociales, acceder a la diversidad lingüística, al conocimiento, las TICs y valorar los avances científicos. Como seres que podemos y debemos convivir, estamos en la obligación de observar y desarrollar los principios/acuerdos no negociables: participación, democratización, autonomía, descentralización, innovación, diversificación, igualdad, derechos y servicios.

Lo anterior no deja por fuera que el ser educado conlleva otros aspectos como el respeto y la dignidad del otro, los comportamientos sociales acordes a los actores, los escenarios y libretos, la comprensión de los momentos que se viven y el desarrollo de los valores humanos. La inclusión, la igualdad, la equidad y la justicia son comportamientos que resaltan las condiciones de una persona educada que vive en una sociedad moderna.

“El concepto de una persona educada, bajo el paradigma de la era de la información cambia drásticamente. Según Hefzallah (1990) una persona educada es aquella que tiene una mente abierta a escuchar y vislumbrar nuevas posibilidades; una mente que no tiene miedo al cambio, sino que analiza éste de una forma cuidadosa y objetiva. Una mente que ha aprendido a aprender, que reconoce al aprendizaje como un proceso que dura toda la vida y reconoce a la educación formal tan sólo como un elemento sobre el cual surge la auto educación. La persona educada en la era de la información tiene como característica el desarrollo de las habilidades necesarias para mantenerse motivado e interesado por continuar aprendiendo. Para Delors (1996) la escuela debe fomentar ese deseo y placer por el aprender; debe promover la curiosidad intelectual y debe desarrollar precisamente la habilidad de aprender cómo aprender. Además, la persona educada cuenta con las habilidades necesarias para manejar la tecnología (Hefzallah,1990)”.

Para Paulo Freire (1999), el ser humano debe ser preparado para ser capaz de tener criterio propio, mirar con sentido crítico la realidad que le rodea y tener una mínima capacidad de elección sobre si lo que le está ocurriendo es bueno o malo para su desarrollo integral.

Por todo lo descrito, y algunos aspectos no tocados u olvidados, Ud. es una persona educada.

 

La educación, desarrollo y mejoramiento continúo de cada uno de nosotros, no solo depende de la formación familiar, los contextos en donde nos haya tocado vivir, sino también de los esfuerzos realizados por los diferentes actores que influyen en el proceso. Es así como se reconoce en la familia la dedicación e interés puesto en la formación de los hijos, la enseñanza intergeneracional, la socialización primaria, los modelos a seguir, la capacidad de sostenimiento y adecuada alimentación, el interés por el comportamiento escolar, entre otros.

La respuesta eficaz de la escuela en donde pasamos la mayor parte del tiempo en el fomento de la autonomía, la personalidad y en el desarrollo de las dimensiones cognitivas (conocimientos), axiológicas (valores) y motoras (habilidades y destreza). Ello dentro de unas condiciones arquitectónicas y logísticas dignas y apropiadas. La escuela estará comprometida con la calidad, la pertinencia, la relevancia y con la responsabilidad social.

El Estado no puede estar ausente, ya que a través de los años se ha logrado que éste sea responsable y garantista del derecho a la educación, por lo que debe atender a las personas que lo requieran, independiente de sus condiciones sociales, económicas y políticas, de raza, género, habilidad, etc.

El ejercicio y el respeto al derecho (4 A) a la educación, formación en derechos humanos y en la práctica de los mismos, es un compromiso del estado y un deber de quienes laboran en el sistema educativo. Le corresponde al estado velar por la calidad de la educación, la inclusión de quienes necesitan el servicio, el ejercicio de la libertad (elegir institución, cátedra, de aprendizaje y del libre desarrollo de la personalidad).

A la sociedad en general….
Preparar un nuevo ciudadano: ¿Qué se entenderá como persona educada?

Los efectos sociales de Internet solamente comienzan a ser visibles. Los jóvenes entre 11-17 años son usuarios ávidos de los servicios de Internet: correo electrónico, chats, WWW,… Utilizan Internet como herramienta de investigación y búsqueda de documentación y como medio de interacción social con amigos de todo el mundo. Son sofisticados en el uso de las posibilidades de la red y entienden que la cualidad de la información en la red no es uniforme. Son críticos a la hora de evaluar el material que encuentran y cautos en sus comunicaciones. Lo que en este sentido hagamos ahora determinará lo que pueda hacerse en el mañana. En palabras de Cerf: Nuestra tarea es abrazar la riqueza de la revolución de las comunicaciones y dirigirla en direcciones positivas y productivas para el beneficio de todos que habiten el planeta.

Pero el pleno desarrollo del potencial de las TIC requiere un aumento importante de las inversiones en infraestructuras de telecomunicaciones y en los servicios e instalaciones relacionado con ellas. Junto a ello, surge la necesidad de creación de infraestructuras de educación y formación para la transformación del perfil profesional de la mano de obra, dada la necesidad de personal cualificado.

Aunque es complejo determinar qué sectores crecerán más gracias al desarrollo de las TIC y cuáles de ellos requerirán mayores cambios en este sentido, uno de los aspectos en el que parece haber consenso es el de la necesidad de formación continua. Los cambios debidos a la evolución de la sociedad, a la que ha contribuido sin duda la evolución misma de las TIC, requiere plantear nuevos objetivos, distintos de aquellos centrados en la producción, ya que en el futuro la obtención y organización de la información se convertirá en la actividad vital dominante para mucha gente.

Pero, al tiempo que contribuyen al vertiginoso cambio económico y social que exige nuevas destrezas y cambios en los objetivos educativos, el uso de estas TIC puede contribuir al logro de estas destrezas y objetivos. Aquí reside uno de los grandes desafíos para la formación en estos nuevos espacios educativos configurados por las TIC, atender a las nuevas necesidades educativas que la evolución de la sociedad y la evolución misma de las nuevas tecnologías generan, y anticipar, al mismo tiempo las necesidades educativas futuras.

El orden emergente supone un nuevo modelo de relación del individuo con su entorno, una nueva relación entre los dos universos del hombre: exterior e interior. Estos cambios hacen necesaria una nueva formación. No solamente a nivel profesional, sino a nivel general. La cultura de comunicación es hoy tan básica como las matemáticas. Es la nueva ciencia del siglo XXI (Sarasqueta, 1996). La formación y cultura de la comunicación es la dimensión lógica en el ser humano de finales de siglo. Para utilizar todas sus posibilidades, y poder tener una comprensión racional de un entorno sofisticado, complejo y desbordante.

Hoy la estabilidad está en el cambio, y, por el contrario, el inmovilismo produce una inestabilidad crónica y crisis. De ahí el valor de saber generar nuevos entornos de formación del cambio.

En este contexto podemos considerar que una persona educada debe ser un conocedor, un pensador y un aprendiz. En otras palabras, ser (o estar) educado supone la adquisición de un dominio específico de conocimiento, la posesión de destrezas cognitivas generalmente útiles y la habilidad y deseo de aprender.

Por: Neiyer J. Correal