13 de junio de 2016
Una muralla protectora para nuestros niños, niñas y adolescentes en los viajes y el turismo
Colombia se enfrenta a múltiples escenarios complejos en relación con el turismo y los riesgos sociales asociados a su desarrollo. De acuerdo con la Fundación Renacer, la ESCNNA (Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes) – es el uso del cuerpo de un niño, niña o adolescente con fines de dominación, gratificación o lucro, a cambio de una retribución o promesa de retribución, tangible o intangible...
Colombia se enfrenta a múltiples escenarios complejos en relación con el turismo y los riesgos sociales asociados a su desarrollo. De acuerdo con la Fundación Renacer, la ESCNNA (Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes) – es el uso del cuerpo de un niño, niña o adolescente con fines de dominación, gratificación o lucro, a cambio de una retribución o promesa de retribución, tangible o intangible, para ellos mismos o para otra persona.
Según el Observatorio del Bienestar de la Niñez del ICBF, End Child Prostitution and Trafficking of Children for Sexual Purposes – ECPAT Colombia y el Observatorio del Delito de la Policía Nacional, este flagelo ha venido incrementándose en nuestro país debido a múltiples factores sociales y económicos y a la ‘sofisticación’ de los recursos usados por quienes buscan explotarlos.
Dentro de este contexto, la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia ha venido apoyando y participando activamente en las iniciativas que tienen por objetivo prevenir este delito. El pasado 14 de abril de 2016 se realizó el evento de carácter internacional “Empresas y Estado en la protección de los derechos de la niñez” en el Hotel Windsor House en Bogotá, el cual reunió a diferentes actores públicos y privados con el fin de aunar esfuerzos y establecer compromisos en la búsqueda de soluciones y mecanismos para prevenir este delito.
El encuentro fue organizado por la Procuraduría General de la Nación, la Policía Nacional de Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia – COTELCO, Capítulo Bogotá-Cundinamarca, la Fundación Renacer, End Child Prostitution and Trafficking of Children for Sexual Purposes – ECPAT Colombia y ECPAT internacional y la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia. Asimismo, se contó con el apoyo de Fondo Holandés de Derechos Humanos para Centro América – ICCO Cooperación, la Cámara de Comercio de Bogotá, el Instituto Distrital de Turismo y Greater Bogotá Convention Bureau.
En el marco del evento, las entidades expresaron su preocupación por este riesgo social que afecta cada vez más a nuestros niños, niñas y adolescentes, e hicieron un llamado a involucrar a diferentes actores para construir un entorno protector cada vez más fuerte para ellos.
Dado que en esta ocasión el evento se enfocó en la responsabilidad social empresarial en general y, especialmente, en la del sector extractivo, varias entidades, entre ellas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF y el Sistema Nacional de Derechos Humanos de la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, reconocieron los importantes avances en Colombia con respecto a la gestión de riesgos empresariales asociados a los derechos de la infancia.
Sin embargo, también manifestaron la necesidad de que los principios empresariales se adapten con mayor claridad a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, dado que las empresas tienen la obligación de ser proactivas y dar manejo a los impactos que las mismas pueden causar a terceros. Asimismo, las entidades expresaron lo indispensable que es fortalecer el conocimiento de este riesgo social al interior de las organizaciones.
Las conclusiones del evento se transformaron en retos y compromisos, tanto para el sector público como para el privado y, en general, coinciden en mayores y mejores procesos de acompañamiento a los territorios por parte del Estado en la prevención de los riesgos sociales. Asimismo, se requiere trabajar colectivamente en la formulación de estrategias de protección que permitan la información oportuna y veraz, la creación de espacios de diálogo, la articulación público-privada, la sensibilización, la implementación de buenas prácticas y la investigación, entre otras. Estas estrategias permitirán el desarrollo de programas y actividades necesarias para crear un entorno protector y ampliarlo cada vez más.
Igualmente, se concluye que es importante crear redes de trabajo con un enfoque de corresponsabilidad entre los sectores de explotación minero energética, producción petrolera y el sector turístico para hacer frente común contra la ESCNNA. Es una reflexión que cobra mayor relevancia en la coyuntura actual del país, dado que muchas de las zonas posconflicto se caracterizan por su gran diversidad cultural y natural, lo que posiblemente generará actividades turísticas y minero extractivas, que traerán consigo riesgos sociales asociados, dado que son áreas en donde se localizan poblaciones vulnerables como indígenas y comunidades afrocolombianas con altos niveles de pobreza rural. Por lo anterior, los territorios deben estar preparados para la prevención de la ESCNNA, la explotación laboral infantil y la drogadicción, entre otras, que permitan establecer procesos de desarrollo con enfoques más humanos, incluyentes y sostenibles.
Si bien las entidades coinciden en que se ha venido construyendo un marco de política pública y normativo que favorece la prevención de esta práctica ilegal, aún se deben abrir más espacios de diálogo y sensibilización que integren a la empresa de manera más proactiva con su entorno y con mayor responsabilidad. El Gobierno Nacional, además de promover la formulación e implementación de políticas públicas, también debe generar confianza y crear las condiciones necesarias para que las poblaciones vulnerables no sean afectadas con estas dinámicas y se aporte a la buena vida a la que tenemos derecho todos los seres humanos.
Otra de las reflexiones finales tiene que ver con la necesidad de crear más diálogo entre todos los actores involucrados, que permita crear rutas de prevención frente a la ESCNNA y promover el compromiso de todos los ciudadanos (as), mediante la implementación de buenas prácticas en los entornos familiares y laborales y, especialmente, en los territorios con vocación turística.
Por último, se hizo un llamado especial a reflexionar sobre la importancia del compromiso que debe asumir cada entidad, porque nuestros niños, niñas y adolescentes no pueden verse como un “atractivo turístico”. El llamado es a todos los actores sociales a unirse a todas las iniciativas de prevención y atención de la ESCNNA y así tejer una muralla protectora frente a este riesgo social.